Las nubes han estado amenazando todo el santo día. Y yo miraba para arriba con el ceño fruncido, recriminándoles, metiéndoles prisa.
Claro está, al final han estallado en plena noche, y para cerrar el verano de la mejor manera posible, abandoné el paraguas bajo la repisa y salí a su encuentro, cara hacia el cielo... la mejor sensación del mundo.
Dentro de poco habrán más lluvias así de violentas, y quiero pasarlas contigo, para demostrarles que no son las únicas insolentes y volver chopados a casa, siguiendo cada reflejo de la avenida.
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1 comentario:
Es un texto muy bonito. =)
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