Durante todos estos años de escolarización he llevado y mantenido diversos métodos de estudio, algunos más eficaces que otros, pero todos suficientemente eficientes como para llevar una buena nota.
Esto en gran parte se lo debo a mi madre, quien me inculcó el sentido de la responsabilidad y el esfuerzo por encima del placer personal desde pequeña (sí, ya sé, esto también tiene su lado negativo, ya que he sacrificado demasiadas cosas de mi vida personal por los estudios).
Pero este año los holgados horarios me permiten no llevar un método de estudio, si no más bien una "corriente".
Me ciño a un tiempo máximo de esfuerzo mental y físico, porque si no la concentración y mis muñecas se irían al garete, pero es como si no existieran el paso de los días ni las pausas e interrupciones. Los dos últimos años también ocurría algo parecido, pero de manera negativa (por aquello de no dormir y tal). Ahora es diferente.
Sólo espero seguir obteniendo buenos e incluso mejores resultados, y conseguir caminar sin vacilar por donde he escogido.
Sé que suena extraño y estúpido, pero me resulta curioso y quería compartirlo.
Saludos.